Siendo fieles al binomio de producción “agricultura-ganadería” que creemos que es el más óptimo para obtener los mejores resultados de producción con menores costes, basamos nuestra explotación en la combinación de la cría de vacuno charolés selecto con importantes extensiones de cultivo de secano (trigo, cebada y avena), obteniendo grandes excedentes de cereales, paja y forraje, que incorporamos al mercado cada año.
La alimentación utilizada para los animales está apoyada principalmente en los productos obtenidos en la propia finca. Como base principal de la fórmula de pienso empleada para los terneros, utilizamos nuestros propios cereales y el forraje que comen las vacas en las épocas del año que lo necesitan, son producidos de nuestros cultivos de avena.
Una vez realizada la cosecha, aprovechamos los rastrojos, asegurando la alimentación durante casi cuatro meses.
Todo ello, hace que los sementales y reproductoras que ofrecemos, tengan unas condiciones óptimas, tanto nutricional, como sanitariamente, premisa imprescindible para los exigentes sistemas de explotación que existen hoy en día.